"Aprende a Amarte a Ti Mismo: La Sabiduría del Venado y el Poder de la Autoaceptación"

"Lerne Dich selbst zu lieben: Die Weisheit des Rehs und die Kraft der Selbstakzeptanz"

Una vez, un ciervo joven bebía ansiosamente de un lago en calma. Cuando vio su imagen en la superficie del agua, se asustó. Vio manchas en su pelaje que nunca antes había notado. Sus piernas eran delgadas y su cuello parecía demasiado largo. Día tras día regresaba al lago, contemplando su reflejo y deseando que fuera diferente.


Un día, el viejo y sabio ciervo, el señor del bosque, le dijo al joven ciervo: "¿Por qué te hundes cada vez más en el lago de tu propia imagen, hija mía?"


"Veo mi reflejo y no es perfecto", respondió tristemente el joven ciervo.


El viejo ciervo sonrió gentilmente. "¿No ves que el agua del lago sólo distorsiona tu imagen? No muestra la plenitud de tu verdadero yo", dijo. "Tus manchas son signos de tu singularidad, te hacen inconfundible. Tus delgadas piernas te llevan con rapidez y seguridad a través de nuestro bosque. Y tu largo cuello te permite alcanzar las hojas más dulces que son inaccesibles para los demás. Deja la imagen en el lago " No determines tu percepción de ti mismo. Porque no eres el reflejo en el agua, eres el ser vivo que respira y que está sobre ella".


El joven ciervo empezó a apreciar sus manchas, sus patas y su cuello. Se dio cuenta de que no tenía que ser perfecto para ser valioso. Aprendió a diferenciarse de su reflejo en el lago y descubrió la alegría de quién era realmente.


Entonces, amigo mío, recuerda esto: tú no eres la imagen distorsionada que tus miedos y dudas te muestran de ti mismo. Eres el ser vivo que crea y puede superar estos pensamientos. No seas demasiado duro contigo mismo, aléjate de tu reflejo, de tu yo imperfecto, y acepta quién eres realmente: único y valioso.